sábado, 5 de marzo de 2011

Las aspiraciones del pueblo guatemalteco no son tan respetables como las del libio

La casualidad ha querido que, precisamente en estos días en los que Estados Unidos moviliza su ejército para una probable intervención militar en Libia, alegando que deben defender las aspiraciones democráticas y los derechos humanos del pueblo libio, salga publicado un informe que nos recuerda el golpe de Estado que tuvo lugar en Guatemala en 1954 (con la coordinación de Estados Unidos a instancia de la United Fruit Company) y las sistemáticas violaciones de los derechos humanos del pueblo Maya en este país durante 36 años (con el apoyo de Estados Unidos incluso durante su fase más atroz):
"... tuvo lugar la presentación de la revista "Quitando el agua al Pez, Plan de Operaciones Sofía", coordinada por la Fundación Madrid Paz y Solidaridad de CCOO. En la misma se revela el plan militar gestado en 1982 por el Alto Mando del Ejército guatemalteco para el exterminio de su población indígena campesina... " [Fundación Paz y Solidaridad]
Nixon y su dictador Guatemalteco, Castillo Armas
Victoria Sanford lo expone con toda claridad en su libro "Violencia y Genocidio en Guatemala":
"... hubo tres campañas de Genocidio planteadas por al Ejército en contra de la población maya. La primera, combinó masacres con una estrategia de "tierra arrasada", que incluyó la destrucción completa del pueblo maya -la gente, las aldeas, sus animales domésticos y su milpa sagrada-. La segunda, se centró en la persecución implacable y la matanza de los sobrevivientes de las masacres. Esta campaña incluyó el bombardeo desde helicópteros militares sobre civiles desplazados en las montañas y el uso de tropa que rodeó y disparó sobre quienes huían de tales bombardeos. La tercera, fue el establecimiento de campos de concentración de los sobrevivientes, llamados "campos de reeducación" y "aldeas modelo", a la vez que se perseguía y se masacraba a los sobrevivientes que ante el terror de estado crearon las Comunidades del Pueblo en Resistencia (CPR)".
"En su informe final, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) concluía que las masacres cometidas por el ejército habían destruido 626 aldeas, matado a más de 200 mil personas , que 1.5 millones fueron desplazadas por la violencia, y que más de 150 mil huyeron, buscando refugio en Mexico".
Y ¿qué hizo Estados Unidos ante esto? ¿Movilizó su ejército para impedir el genocidio? Pues no precisamente:
"En Diciembre de 1982, las Naciones Unidas emitieron una Resolución, expresando grave preocupación por la violación de los Derechos Humanos en Guatemala. Este mismo mes, después de una reunión con el general Efraín Ríos Montt, el presidente Reagan declaró que estaba "inclinado a creer" que al general "se le había hecho mala propaganda". La administración Reagan apoyó a Ríos Montt pese a que en Noviembre del mismo año la Embajada norteamericana en Guatemala le informó al Secretario de Estado, que la Embajada había recibido informes de fuentes de la propia Embajada, y de sobrevivientes de masacres, de que "miles de indios huían del Ejército y no de las guerrillas... Se alega que el Ejército masacró indios" [Victoria Sanford]
Reagan y su dictador guatemalteco, el genocida y actual diputado en el Congreso de la República, Ríos Montt

Sin duda, en Estados Unidos consideran que las aspiraciones del pueblo guatemalteco no son tan respetables como las del libio.