La beligerancia del embudo

Mariano es "beligerante contra las subidas de impuestos":

Pero los sube.

Usted pregunte lo que quiera, que yo responderé...

El señor Mariano Rajoy está respondiendo en estos momentos las cuestiones planteadas por IU, ICV y la Chunta sobre la posibilidad de combatir el déficit no solo reduciendo el gasto (social) sino aumentando los ingresos, la lucha contra el fraude fiscal, la dación en pago, el modelo energético, la legislación laboral, etc. 

Podemos resumir la intervención del señor Rajoy en estas líneas:

En un sensato lugar de la Mancha como Dios manda, mire usted, de cuyo nombre, señor Lara, no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía con sentido común un hidalgo junto con otras familias españolas de los de lanza en astillero que cabalmente nos daría su confianza si pudiera para llevar a cabo estas reformas necesarias para evitar que la legislación laboral siga impidiendo que los jóvenes puedan trabajar. Eso es todo. Muchas gracias, señor Presidente.

Sobre la Monarquía

Con las noticias que salen cada día sobre Urdangarín, la Monarquía está tan de moda que pronto el Jefe de la Casa Real será Jorge Javier Vázquez.

Un argumento habitual para defender la Monarquía borbónica en el Reino de España es que desde que nos la colaron de rondón con la Constitución de 1978 hemos disfrutado del más largo período de democracia. Bien, sin entrar a valorar si esto que estamos disfrutando -unos más que otros- es una democracia -o más bien algo muy diferente-, conviene recordar algo fundamental: La II República terminó con un golpe militar perpetrado por los mismos que unos años después nos colocaron al Juancar. Pretender legitimar la Monarquía con semejante argumento, por lo tanto, es lo mismo que defender que el recurso a la violencia es injustificable solo cuando son los demás los que hacen uso -pero perfectamente legítimo, y fuente de legitimidad, cuando son ellos.

Un paso más

Estamos presenciando, con cierta desgana, mucho más interesados en el Madrid-Barça de mañana, un desarrollo legislativo que tendremos mucho tiempo para lamentar. Un paso más, sin encontrar resistencia, hacia la dictadura del gran capital.

El País, ese diario que todavía hay quienes se empeñan en considerar "de izquierdas" (tal vez los mismos que sostienen la misma percepción del PSOE), celebra el acuerdo alcanzado por la UE en los siguientes términos: "La Europa del euro y sus aliados han dado esta madrugada un salto cualitativo para asegurar la supervivencia del euro". Y ¿en qué consiste ese salto cualitativo?

Lo que más destaca del texto original es la afirmación de que el déficit presupuestario de cualquier estado miembro no podrá superar el 3%, o tendrá que afrontar "consecuencias automáticas". Esto, precisamente por ser algo impracticable (Francia, por ejemplo, el gran impulsor de este acuerdo junto con Alemania, está mucho más cerca del 6% que del 3%), hace presagiar situaciones nada deseables y medidas que nadie ha votado de forma explícita: recortes masivos de derechos sociales, precarización de las condiciones laborales (ya en clara deriva hacia un modelo de abierta explotación), etc.

¿Marcará mañana Cristiano Ronaldo al Barça? ¿Sacará Guardiola una defensa de tres?

Voto útil, los cojones

En exótico-inofensivo seguimos la actualidad en tiempo real, como muestra este análisis más de dos semanas después de las elecciones del resultado obtenido por Izquierda Unida.
Después de varias debacles electorales provocadas, a nuestro entender, por el llamado voto útil (ese extraño concepto que pretende presentar como aceptable, incluso como única opción democráticamente madura, el voto por un partido que consideras que no representa tus intereses para evitar el triunfo de otro partido que los representa todavía menos), IU ha dado un gran salto en el número de escaños obtenidos a pesar de ser el partido más castigado por la ley electoral. Y todo gracias a (fundamentalmente) los dos últimos años de gobierno del PSOE, que han evidenciado todas sus miserias como nunca antes desde los GAL:

• El PSOE ha traicionado sistemáticamente a su base electoral de “izquierdas”. ¿Quién, al margen de los recalcitrantes, podría volver a votarles? 
• El PSOE se ha despedido con dos nuevas traiciones de última hora para recordarnos, por si hacía falta, lo que son: una reforma exprés y con nocturnidad de la constitución y la entrada en el escudo antimisiles de la OTAN.
• El PSOE ha presentado como candidato, con un programa que contradice casi punto por punto la política económica de los últimos años de gobierno, a uno de los más destacados miembros de ese mismo gobierno... ¿Una broma?

En definitiva, no tiene nada de útil votar al PSOE con la idea de que es el partido más fuerte de la izquierda y el único con opciones de obtener una victoria electoral... por la sencilla razón de que el PSOE no es un partido de izquierda. Y es una mentira interesada decir que ya no tiene sentido hablar de izquierda y derecha. Podemos discutir el contenido de cada una de estas categoría, pero lo realidad, y más en estos tiempos de doctrina del shock que corren, nos muestra con su testarudez acostumbrada que no todos tenemos los mismos intereses, que no todos somos iguales (ni siquiera ante la ley) y que por lo tanto debemos luchar para defender lo que es nuestro: en la calle, en el sindicato, con el voto, cada uno como considere oportuno.

¡Que tiemble el capital!

Nos ha llegado un auténtico aluvión de peticiones durante los últimos meses implorando que recuperemos la actividad en exótico-inofensivo, que se había convertido en un referente imprescindible entre los blogs informativos sin lectores. Nuestros lectores ficticios nos decían: “¿Cómo nos informaremos ahora que no estáis de lo que sucede en el mundo?” A lo que respondíamos: “Bueno, vamos a ver... Leed los mismos periódicos que leemos nosotros y nos limitamos a comentar aquí torpemente... No debería ser ningún problema...”

Pero las cosas han cambiado, sí, ha llegado el cambio y todos estamos sumados a él lo queramos o no.

Fotografía publicada por EuropaPress.es.
Observen la mano que sobresale de la barandilla, de uno de nuestros agentes secretos.

El argumento que ha conseguido enternecernos hasta el punto de acceder a recuperar nuestra actividad ha sido el siguiente: “Con el rodillo parlamentario del PP, llegan tiempos de lucha de trincheras, de fijar posiciones y defenderlas”. Así que aquí estamos, listos para la lucha. Hemos desempolvado el pico y la pala, y volvemos al trabajo.

¡Que tiemble el capital, exótico-inofensivo ha vuelto! Y hemos vuelto para quedarnos (de momento).