lunes, 31 de enero de 2011

Tostadoras y humanismo


Una cuestión destacada en los medios de comunicación en su cobertura de lo sucedido en Egipto estos días, así como en la cobertura del terremoto en Haití hace ahora un año y, en general, en las situaciones de “caos” y “anarquía” provocadas por diferentes factores, es el pillaje y el saqueo.

Pese a los más de 100 muertos (se habla ya de 130 y seguro que esta cifra aumentará considerablemente en los próximos días) y los miles de heridos en Egipto, es habitual ver en las noticias que los primeros párrafos son dedicados a hablar de los robos y las patrullas urbanas formadas para evitarlos. Aquí tenemos un ejemplo del “diario global en español” El País (esto es nada menos que la primera frase de la noticia de portada en su web durante muchas horas):
“Las protestas masivas y las concentraciones en El Cairo y otras ciudades egipcias han dado paso a los saqueos y el vandalismo.”
En el colmo del cinismo, y haciendo alarde de su humanismo, en las noticias de la mañana de Televisión Española llegan incluso a decir que podría producirse una “catástrofe”... ¿Catástrofe?
  • ¿Cuántos egipcios muertos constituyen una “catástrofe” según Televisión Española? Parece que 100 no son suficientes...
  • ¿Cuántos residentes del Barrio de Salamanca de Madrid? Probablemente con uno baste...
Pero, en cualquier caso, lo que provoca una auténtica indignación entre los biempensantes hispánicos es la falta de respeto por la propiedad privada... Por cierto, sin mención alguna en los medios masivos de comunicación a las evidencias que apuntan en la dirección de que los saqueos en el Museo del Cairo sean una estrategia diseñada por Mubarak para ganarse la simpatía de la opinión pública internacional como garante del orden ante el “vandalismo de los exaltados”.

Más lacerante resultó incluso en el caso de Haití: a pesar de los 230.000 muertos que el gobierno haitiano reportó recientemente, la cobertura mediática se centró en el “vandalismo”  de los habitantes de Puerto Príncipe: en las noticias no veíamos a representantes del gobierno francés recibiendo los pagos de una deuda odiosa y miserable ni a los agentes del Pentágono diseñando el futuro político del país desde sus despachos ni los barcos estadounidenses cercando las costas haitianas para evitar la salida de la población ni las tropas de República Dominicana cortando la frontera común... No, en las noticias veíamos a jóvenes corriendo por la calle con un televisor o una tostadora en brazos.

Por cierto... ¿Son 230.000 muertos en Haití una “catástrofe”? A juzgar por el seguimiento en los medios (comparado por ejemplo con el de la vida del simpático viejecillo que grabó el anuncio aquel de “El Madrid, ¿qué?, ¿otra vez campeón de Europa?”), no.

Así que, si los levantamientos se extienden a otros países, ya saben sus protagonistas lo que tienen que hacer para ganarse la simpatía de los españoles: dejar las tostadoras donde las encontraron.

viernes, 28 de enero de 2011

Exótico e inofensivo

En las noticias de esta mañana comentaron de forma consecutiva dos sucesos, la manifestación frente al Congreso en Madrid protestando contra la reforma de las pensiones y las manifestaciones en Egipto contra el régimen de Mubarak, de forma muy diferente.

En el primer caso se limitaron a la anécdota de los enfrentamientos con la policía (diciendo además que fueron los manifestantes los que agredieron a los policías, algo falso como podemos comprobar en el video que circula por internet), sin analizar en absoluto los motivos de las protestas o de los propios enfrentamientos. En el segundo dedicaron tiempo (que ya sabemos que es oro en la televisión) y recursos a analizar, a su manera, los acontecimientos. 

¿Por qué esta diferencia?

Pues porque son cosas muy diferentes:
  • Lo que está sucediendo en Egipto es visto como algo exótico e inofensivo, por lo que pueden informar sobre ello con cierta simpatía. ¿No son una monada esos negratas que se manifiestan en El Cairo pidiendo libertad y que encima se movilizan a través del Facebook? ¿Quién no querría tener uno chiquitín de peluche para achuchar por la noche?
  • Lo sucedido en Madrid, en cambio, toca directamente el bolsillo. ¡Hay nóminas en juego! Y las consignas son por lo tanto muy claras: los manifestantes son radicales que se desmarcan por puro afán delictivo del maravilloso consenso creado con losagentes sociales. 
Ya lo dijeron como introducción en un debate político ayer por la noche:Gobierno y sindicatos han llegado a un acuerdo sobre la reforma de las pensiones. ¡Hoy es un gran día para la democracia! Y, sentadas las bases, ya pueden empezar a discutir los contertulios:

    - “¡Qué bien, viva el consenso! 
    - “No, ¡disiento enérgicamente! ¡Lo más importante es el consenso! 
    - “Digáis lo que digáis sobre el consenso, lo esencial es que es real y comprende todas las realidades.