Si los medios de difusión españoles se deshacen en halagos ante las movilizaciones "por la libertad y la democracia" en países como Egipto o Túnez, la cosa es muy diferente cuando se trata de otros mucho más próximos (en términos políticos y económicos) como Grecia. Lo sucedido en Egipto o Túnez se ve como algo exótico e inofensivo, pero lo que suceda en otro país miembro de la UE y en respuesta a un ataque a la clase trabajadora muy similar al que estamos padeciendo en España (y también perpetrado por un partido de denominación socialdemócrata) ya es otra historia.
Así, la noticia de portada en Público se abre con la frase:
Así, la noticia de portada en Público se abre con la frase:
"[...] enfrentamientos entre grupos de radicales y las fuerzas del orden"
en la que:
- Manifestantes = "grupos de radicales".
- Policías = "fuerzas del orden".
La noticia continúa hablando de un policía (1) y un periodista (1) heridos, sin ningún tipo de referencia al número de manifestantes heridos en las cargas policiales, y sólo al final contextualiza lo sucedido al decir que la huelga se produce para protestar contra
"las medidas de ahorro impuestas por el Gobierno socialista para evitar la quiebra del país"
- ¿Son todas las medidas de ahorro iguales? ¿Ha recurrido el Gobierno griego a todas ellas o sólo a algunas? Evidentemente, las protestas no son contra "las medidas de ahorro" en abstracto, sino contra las medidas de ahorro que, en concreto, suponen un ataque a la clase trabajadora. Porque, como en España, caben otras medidas de ahorro como por ejemplo no destinar miles de millones de euros a los bancos (por no hablar del ejército, la Corona, etc.)
- Al margen de lo anterior, ¿es el ahorro la única forma de luchar contra la "quiebra del país"? Evidentemente, no. También podría lucharse contra el fraude fiscal de las clases privilegiadas y revisar el sistema impositivo. Y ¿realmente puede un país quebrar?
Sólo después de retratar a los huelguistas como radicales desprovistos de raciocinio, proceden a enumerar los sectores que han dado su apoyo a la convocatoria: refinerías, barcos, trenes, construcción, astilleros, bancos, correos, empresas de agua, electricidad y telefonía, comercios, transporte urbano, funcionarios, periodistas, profesores, trabajadores de hospitales y farmacias, controladores aéreos... Vaya, ¡cuando vaya a Grecia tengo que recordar llevar un spray de pimienta porque ese país está lleno de locos!
El País, por su parte, aunque trivializa la huelga general griega utilizando para su noticia de portada el titular "La huelga general en Grecia termina con enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía", tiene al menos el valor de insinuar cómo comenzaron esos "enfrentamientos":
"los agentes emplearon gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes"
aunque no habla del manifestante que tuvo que ser hospitalizado tras incendiarse uno de los botes de gases lacrimógenos utilizados por la policía ni de los numerosos heridos por las cargas.
¿Están practicando los periodistas de los grandes medios para cuando les toque de nuevo, como ya hicieron con la huelga general del 29-S, intentar desacreditar primero y minimizar después las movilizaciones en España?