lunes, 21 de febrero de 2011

Hoy voy a comer con Don Simón

Simon Peres, Presidente de Israel, llega a España. Y los gobernantes españoles, tanto estatales como municipales, fieles a su política servil en los hechos hacia el Estado sionista, se deshacen en halagos y festejos celebratorios.

De manos del Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, recibirá la llave de oro de la ciudad (un orgullo más para esta noble ciudad: entregar su llave de oro, lo que quiera que sea eso, al artífice de una limpieza étnica).

Pero que nadie se preocupe, que el Señor Peres viene a hacer amigos:
“es consciente de las críticas hacia Israel, pero [...] llega a España a crear una amistad no a enfrentar críticas.  Peres defendió que Israel busca la paz con los palestinos en todo momento”
O, lo que es lo mismo:
Es consciente de las críticas hacia Israel, pero se la sudan (¿quién va a ser el guapo que le haga responder por sus actos?) y llega a España a trincar toda la pasta que pueda para las empresas de su país. Peres defendió que Israel busca en todo momento borrar de la faz de la tierra a los palestinos para así lograr la paz que tanto ansían (aunque por otro lado sería una lástima perder a sus cobayas para el desarrollo futuro de la floreciente industria militar y de seguridad del país).
El Señor Peres ha tenido tiempo de conceder una entrevista al programa los desayunos de TVE, en la que ha soltado perlas como:
“Irán es el país más terrible y con mayor corrupción de la moralidad que conozco. Ese Gobierno caerá no por parte de nadie, sino por su propio pueblo, cuando los jóvenes iraníes tendrán acceso a la realidad y a las redes sociales”.
Sin entrar a valorar cuál es el país más terrible y con mayor corrupción de la moralidad que existe (la discusión aquí sería interminable, y no faltarían los argumentos para defender que ese país es en realidad Israel), sorprende el poder casi sobrenatural que muchos se empeñan en conceder a Facebook: se ha convertido en el aloe vera o la baba de caracol de los movimientos sociales (tiene propiedades y poderes infinitos), tal vez para restar protagonismo a los verdaderos artífices de las movilizaciones que están teniendo lugar (recomiendo una vez más la lectura del artículo de Vincenç NavarroLo que no se conoce sobre Egipto”).

También resulta muy reveladora la siguiente declaración:
“Lo que digo a favor de Mubarak es que en 30 años ha mantenido la paz. Si hubiera gobernado otra persona, habríamos tenido una guerra. Cometió errores pero debo ser justo. No es fácil gobernar un Egipto que ha crecido enormemente”.
O, lo que es lo mismo (resulta muy entretenido hacer la traducción simultánea):
Mubarak ha sido un fiel sirviente durante 30 años. Si Egipto hubiese tenido un gobernante democrático que no se plegara a los intereses del Estado de Israel, habríamos tenido una guerra para quitárnoslo de en medio. Cometió errores pero debo reconocer sus fieles servicios. No es fácil aplastar sistemáticamente la voluntad de un pueblo en beneficio de otro/s
Y, con respecto a las negociaciones de paz con Al-Fatah, sostiene que deben ser secretas
“para que el pueblo no pregunte por qué das tanto”
Es decir (y ya termino de traducir):
Para que los palestinos de Cisjordania no sean conscientes de la profundidad de la corrupción de su gobierno.
¡Bienvenido sea por lo tanto el Sr. Peres!