El noticiero matutino de Televisión Española informaba hoy de la visita de la Ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación Trinidad Jiménez a Palestina. Sin mención alguna a los abucheos recibidos en su visita a Hebrón durante las protestas de un grupo de colonos judíos (incidente sobre el que podemos leer en el periódico global en español), el reportaje llama la atención por dos cuestiones:
- Identifica Palentina con Cisjordania. Sólo al final, para referirse a un supuesto lanzamiento de cohetes a Israel y el consiguiente ataque desproporcionado de éste en respuesta, se refiere a la franja de Gaza.
- Identifica el gobierno palestino con Al-Fatah. Hamás no existe.
Si el objetivo de la visita de la Trini era dialogar con todas las partes... ¿Por qué sólo habla con representantes del gobierno sionista y con Al-Fatah? ¿Es que Hamás no es parte?
Pero, volviendo al incidente en Hebrón, vale la pena comentar el contenido de las pancartas portadas por los colonos: “Hace 500 años España expulsó a los judíos. La pregunta es, ¿Quiere ahora España expulsar a los judíos de Hebrón?”. Y esto acompañado de gritos como “Nazi” y “Antisemita”. Sin entrar en discusiones etimológicas sobre lo incorrecto de utilizar el término “antisemita” para referirse a “antisionista” o incluso “anti judíos”, resulta espectacular la trampa dialéctica de identificar cualquier cosa que vaya en contra de los intereses sionistas con los campos de concentración nazis (como si, por otro lado, en los campos de concentración nazis sólo hubiesen sido hechos prisioneros judíos), algo a la altura de los esfuerzos que vemos muy habitualmente en los medios de difusión europeos y sobre todo estadounidenses por identificar “izquierda” con los gulag stalinianos.
Aunque la Trini es una tía enrollada y ha restado importancia al incidente afirmando que tiene “muchos amigos en Tel Aviv” y que “Israel es un país que merece vivir en paz”, asegurando a continuación que el momento del reconocimiento del Estado de Palestina “será fruto de un acuerdo entre las partes”. Entonces... Si Hamás no se considera parte y Al-Fatah no tiene la legitimidad ni la capacidad para llegar a ningún tipo de acuerdo que pueda ser mínimamente satisfactorio para los palestinos, ¿qué acuerdo está esperando? Y, mientras tanto, el tiempo pasa y la política de hechos consumados de Israel se impone. Si Israel es un país, y además merece vivir en paz, ¿qué pasa con Palestina y los palestinos?
Sorprende que una persona pueda ser considerada la más idónea en un país que ronda los 50 millones de habitantes para llevar dos Ministerios tan diferentes como Sanidad y Asuntos Exteriores, y con gestiones como esta vemos que la Trini está tan preparada para la cartera de Exteriores como lo estuvo para la de Sanidad (no olvidemos su labor en la gestión de la gripe A y cómo hizo que las farmacéuticas se llenaran los bolsillos) y, cómo no, para ser presidenta de la Comunidad de Madrid (perdió las primarias para ser la candidata del PSOE) o alcaldesa de Madrid (perdió las elecciones en 2003). Nunca tan poco dio para tanto.