Una crítica recurrente al juego de la selección española de
fútbol antes de que ganara la Eurocopa y el Mundial era que no tenía "estilo de juego". Pero llegó el "tiki-taka", y con él los grandes títulos
que llenaron de orgullo al españolismo.
La selección española de fútbol gana títulos (y es la
favorita para ganar la Eurocopa de este verano), pero España va camino de los
seis millones de desempleados. Así que el nuevo gobierno ha decidido imponer un
"estilo de juego" también en lo económico y lo social, a ver si así
logran reproducir los éxitos balompédicos.
Y ¿cuál es ese modelo? Pues muy sencillo: nuestro
"tiki-taka" económico-social está basado en una infalible combinación
de convertir el país en un paraíso fiscal para empresas y grandes fortunas y un
infierno para los trabajadores, que aceptarán sueldos bajos y contratos sin
garantías (contratos que no merecen el nombre de contratos).
¿Funcionará?