miércoles, 7 de diciembre de 2011

Voto útil, los cojones

En exótico-inofensivo seguimos la actualidad en tiempo real, como muestra este análisis más de dos semanas después de las elecciones del resultado obtenido por Izquierda Unida.
Después de varias debacles electorales provocadas, a nuestro entender, por el llamado voto útil (ese extraño concepto que pretende presentar como aceptable, incluso como única opción democráticamente madura, el voto por un partido que consideras que no representa tus intereses para evitar el triunfo de otro partido que los representa todavía menos), IU ha dado un gran salto en el número de escaños obtenidos a pesar de ser el partido más castigado por la ley electoral. Y todo gracias a (fundamentalmente) los dos últimos años de gobierno del PSOE, que han evidenciado todas sus miserias como nunca antes desde los GAL:
  • El PSOE ha traicionado sistemáticamente a su base electoral de “izquierdas”. ¿Quién, al margen de los recalcitrantes, podría volver a votarles? 
  • El PSOE se ha despedido con dos nuevas traiciones de última hora para recordarnos, por si hacía falta, lo que son: una reforma exprés y con nocturnidad de la constitución y la entrada en el escudo antimisiles de la OTAN.
  • El PSOE ha presentado como candidato, con un programa que contradice casi punto por punto la política económica de los últimos años de gobierno, a uno de los más destacados miembros de ese mismo gobierno... ¿Una broma?
En definitiva, no tiene nada de útil votar al PSOE con la idea de que es el partido más fuerte de la izquierda y el único con opciones de obtener una victoria electoral... por la sencilla razón de que el PSOE no es un partido de izquierda. Y es una mentira interesada decir que ya no tiene sentido hablar de izquierda y derecha. Podemos discutir el contenido de cada una de estas categoría, pero lo realidad, y más en estos tiempos de doctrina del shock que corren, nos muestra con su testarudez acostumbrada que no todos tenemos los mismos intereses, que no todos somos iguales (ni siquiera ante la ley) y que por lo tanto debemos luchar para defender lo que es nuestro: en la calle, en el sindicato, con el voto, cada uno como considere oportuno.